Sinopsis: En el norte de Neuquén abundan las leyendas y el silencio. Aquí la roca se impone en el paisaje. Glaciares, fríos extremos, lava volcánica y temblores monumentales dieron a cada cerro y a cada río su personalidad. El amo y señor de estos parajes es el Domuyo, un cerro al que se lo confunde con un volcán aunque en su cima no haya cráter ni escoria volcánica. Con sus más de 4.592 metros es la montaña más alta de la Patagonia. El norte neuquino tiene mucha historia. Muchos hombres y mujeres le dieron calor a esta zona. Hoy, los actuales habitantes sueñan con algo más.